Esta Semana Santa me he ido por primera vez de vacaciones sin hijos. Lo primero que me ha sorprendido es poder decidir cuando voy y a donde sin tener que pensar en ellos.Y la verdad , es maravilloso poder decidir sin presiones del tipo ¡¡ahí no tengo amigos !! ¡¡ me aburro !!! Así que no importa donde ir por que lo que seguro que encuentras es paz y tranquilidad.
Como a mi marido y a mí nos gusta la playa, decidimos irnos a Marbella. Allí disfrutamos de sol, playa , chiringuito, mojitos y también de los amigos.Nunca había disfrutado de unas vacaciones sin hijos y tengo que reconocer que es otro mundo. Ya que mientras mis amigos tenían que estar pendientes de sus hijos ¿ Donde están ? ¿ Con quién ?, nosotros nos sentíamos libres para poder hacer lo que quisiéramos ¡¡ sin horarios !! ¡¡¡sin estar pendientes de nadie!!! ¡¡¡ Que paz!!!
En pocas palabras , descubrí que ir de vacaciones sin hijos es realmente ir de «VACACIONES»